El Descenso de Sella es el más relevante de estos tipos de descensos de ríos. Su fama proviene de la increíble naturaleza que rodea la zona y su consolidación en el calendario deportivo. Durante más de 75 años, las aguas de este increíble río son para un día al año un lugar de peregrinación para los amantes del canotaje.

Canoeros profesionales y aficionados de todo el mundo se reúnen cada primer sábado de agosto para remar en canoa los últimos 20 kilómetros de este río hasta que se encuentra con el mar Cantábrico, en busca de emoción y prestigio. Pero el Descenso de Sella es mucho más que una competencia.

Su fuente está en el corazón del Parque Nacional Picos de Europa, en un lugar llamado Fuente del Infierno, en la provincia de León. La proximidad entre este punto y el mar, a sólo 42 kilómetros, y la pendiente hace que el río Sella sea un río corto con pendientes fuertes, lo que lo hace tan atractivo para navegar.

Bondades naturales

Los amantes de la naturaleza encontrarán en la parte alta del río un refugio para las especies más emblemáticas de la fauna ibérica: oso pardo, lobo ibérico, buitre barbudo y urogallo cantábrico. Otro de los tesoros de fauna que se encuentran en esta zona es el desconocido Desmán ibérico y la salamandra de rayas doradas. Además, este río asturiano es uno de los últimos refugios para el desove del salmón y de las truchas,

Grandes bosques de hayas y los pequeños de tejo y acebo traen color a esta zona áspera. La parte media del río es más navegable, con aguas más profundas, y es donde la mayor parte de la carrera internacional tiene lugar. Es la morada de nutrias y pajaritos como el cazo, y algunos rapaces que se esconden en las gruesas riberas.

Los rápidos del Diablo y los rápidos de la antigua presa de Santianes pueden hacer que su canoa baile un poco. El agua se acelerará una vez que pase el puente Toraño, y tendrá que buscar la mejor manera entre las rocas extendidas del cauce del río. La recta larga de La Requexada, donde se encuentra una de las más profundas charcas del río, es un lugar privilegiado para observadores.

Cuatro kilómetros antes del final del descenso, el río se encuentra con el Cantábrico formando una entrada de mar. La acción de la marea hace que esta parte de la ruta sea diferente cada año. Esta es la razón por la que las empresas de ecoturismo terminan la ruta 5 kilómetros antes.

En medio de la ensenada del mar, se encuentra la isla de La Boticaria, unos pocos metros antes de la desembocadura del río. Cuando la marea es alta, puede ir alrededor de ella en su lado derecho. Sin embargo, si la marea es baja, superar ese punto puede ser difícil.

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